Misofonía

El oído es el órgano sensorial a través del cual somos capaces de percibir los sonidos del ambiente que nos rodea. Las vibraciones producidas por los sonidos son captadas por el pabellón del oído externo y dirigidas al oído medio para su amplificación. Posteriormente, en el oído interno son procesadas para que el cerebro pueda analizarlas correctamente. Y como cualquier otra parte del cuerpo, el oído es susceptible ante enfermedades y condiciones que pueden afectar su funcionamiento. 

En este caso estaremos hablando de la misofonía, un trastorno neurológico que produce un odio o disgusto por el sonido. Esta condición se caracteriza por la sensibilidad selectiva ante sonidos muy específicos, esto viene acompañado por un sentimiento de angustia o ira. Además, la persona que sufre de misofonía tiende a presentar respuestas conductuales ante los sonidos, como la evitación. Esta condición puede ser el resultado de otras afecciones como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), trastornos de ansiedad o síndrome de Tourette, por mencionar algunos.  

La misofonía desencadena en la persona que la padece una serie de respuestas emocionales o fisiológicas que otras personas podrían concebir como irracionales. Algunos pacientes suelen describir esta condición como cuando un sonido “te vuelve loco”. Las reacciones pueden ir desde la ira y molestia, hasta la necesidad de huir. La misofonía también es conocida como el síndrome de sensibilidad selectiva al sonido.

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Síntomas que manifiesta la misofonía

Son diversos los síntomas que indican la presencia de la misofonía, pero generalmente se caracteriza por la respuesta extrema ante ciertos sonidos. Las respuestas pueden ser emocionales o físicas. En el primer caso, las persona que padece misofonía puede sentirse enojada, irritada, en angustia o incluso disgustada. En cuanto a la respuesta física, la persona tiende a evitar el sonido a toda costa. Esto lo logra a través del alejamiento de la fuente del sonido o agrediendo físicamente a la persona u objeto que lo produce. 

La reacción de una persona con misofonía ante el sonido que la desencadena es a menudo llamada “autónoma”. Incluso, suele ser comparada con la respuesta de lucha o huida. Esta también es llamada respuesta de estrés agudo, y es la forma en la que el cuerpo se prepara ante situaciones amenazantes. Durante este estado, el cuerpo experimenta ciertos factores debido al estrés. 

La frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria aumentan drásticamente, a la vez que los músculos se tensan. Las pupilas se dilatan y los vasos sanguíneos se contraen, así como la mente entra en un estado de alerta. No está claro porque las personas experimentan algunos de estos síntomas, sin embargo, hasta ahora se ha determinado como una respuesta involuntaria ante ciertos sonidos desencadenantes. 

Causas de la misofonía

No existe una causa exacta que determine la aparición de la misofonía, aun así, es posible mencionar algunos factores que podrían tener un papel importante. Por ejemplo, algunos investigadores sugieren que las personas con misofonía pueden tener una conectividad mayor entre la corteza insular anterior y la corteza auditiva. La primera es un área del cerebro que juega un rol importante en el procesamiento de las emociones. La segunda es la parte del cerebro donde los sonidos son procesados. 

Como se mencionó al principio, la misofonía casi siempre es una afección que acompaña a algunas condiciones mentales. Entre ellas podemos encontrar al Trastorno Obsesivo Compulsivo, Síndrome de Tourette, y desórdenes de ansiedad. Las personas que sufren de acúfenos, una condición donde las personas escuchan sonidos como pitidos, también pueden llegar a desarrollar misofonía. 

Al parecer, el factor genético también es importante en cuanto a la aparición del síndrome de sensibilidad selectiva al sonido. Estudios han demostrado que hay familias donde esta condición es común, señalando que su genética tiene algo que ver. A pesar de que en los últimos años se ha hecho una mayor conciencia sobre la misofonía, la investigación sobre este tema sigue siendo muy escasa.  

La mayoría de información que existe a día de hoy sobre la misofonía proviene de estudios muy reducidos. Epidemiológicamente hablando, no existen datos claros que afirmen quienes son más propensos a sufrir de esta afección. Y algunos estudios sugieren que la prevalencia de la misofonía es aún mayor de lo que se piensa, pero muchas personas solo padecen síntomas leves para los que no buscan tratamiento.

Diagnóstico y criterios

En la actualidad no existen criterios que puedan establecer un diagnóstico exacto para la misofonía. De hecho, esta condición no se reconoce como una condición oficial en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Sin embargo, en el año 2013 algunos investigadores propusieron clasificar esta condición como un trastorno psiquiátrico, separado y discreto. 

Estos investigadores señalan que, la misofonía se parece a otras afecciones como las fobias específicas, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno explosivo intermitente. Sin embargo, ninguna de estas afecciones se ajusta completamente a los patrones de síntomas que presenta la misofonía. Existen algunos criterios que han sido propuestos y estos sugieren que la misofonía se caracteriza por los algunos factores.  

El que más destaca son los sentimientos de ira, que inician una pérdida de control o un cambio drástico en el comportamiento de la persona. La anticipación de que ciertos sonidos resultaron en enojo o disgusto también caracteriza a la misofonía. Asimismo, la angustia significativa también interfiere con las actividades diarias normales, por lo que la misofonía afecta gravemente en el desarrollo cotidiano de las personas. 

Todos estos sentimientos no se explican mejor por otro trastorno mental o condición médica que por la misofonía. Aun así, sigue sin existir un diagnóstico oficial para determinar cuando una persona padece de esta condición.  Es por esta razón que tampoco existe un tratamiento específico para atacar la condición en general. Sin embargo, un doctor puede indicar algunos medicamentos u opciones que pueden ayudar a aliviar los síntomas que produce la misofonia.

Afrontando la misofonía 

Aunque no existe un tratamiento para aliviar la misofonia, hay algunas cosas que la persona que la padece puede hacer para reducir sus síntomas. Una de las estrategias más comunes es utilizar tapones, oídos en situaciones donde sabes que estarás expuestos a sonidos desencadenantes. Hablar con las personas que te rodean también puede ser una buena opción de esta manera, consciente sobre cuáles son los sonidos que te molestan. 

Esto es importante, ya que la mayoría de sonidos que parecen desencadenar la misofonía están relacionados con los que son producidos por funciones corporales. Esos sonidos son respirar, masticar, tragar, sorber, estornudar, silbar, esnifar, bostezar y muchos otros más. Y es interesante destacar que en caso de los sonidos que son producidos por funciones corporales, solamente sirve como desencadenante cuando lo produce otra persona. 

Crear ruido blanco en el ambiente en el cual te desenvuelves es una de las maneras en las que puedes evitar que la misofonía aparezca. Esto se puede lograr a través de la utilización de máquinas especializadas que te ayudan a bloquear algunos sonidos. También puedes colocar algo de música o dejar encendida la televisión para que sirva como una manera de bloquear a los desencadenantes. 

Siempre es importante mantener un plan para cuando sientas que un arrebato es inminente. Esto lo puedes hacer, por ejemplo, saliendo de la habitación de dónde está el sonido y practicar alguna técnica de relajación como la respiración profunda. Si sientes que los síntomas que están siendo producidos por la misofonía afectan seriamente tu estilo de vida, es importante que busques ayuda profesional.

Referencias bibliográficas

Hear It. “Misofonía: ¿Qué es la misofonía? Conozca las causas y síntomas”. [https://www.hear-it.org/es/Misofonia]. Consultada el 20 de abril de 2021.

Oir Vital. Misofonía, ¿Qué es y cómo tratar el problema?”. [http://www.oirvital.com/misofonia-tratar-problema/]. Consultada el 20 de abril de 2021.

Palumbo DB, Alsalman O, De Ridder D, Song JJ, Vanneste S. “Misophonia and potential underlying mechanisms: A perspective.” Front Psychol. [https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2018.00953/full].

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